Hoy en la pizarra saludable vamos a hablar de los indicadores saludables o indicadores de mi cambio de hábitos tal y como habéis pedido por las historias de Instagram.
El indicador por excelencia usado para medir los progresos relacionados con la alimentación es el peso. El número de la báscula no nos proporciona la suficiente información para saber si una persona tiene unos hábitos saludables o no. Además no sirve para establecer si una persona padece obesidad ya que la obesidad es la acumulación de grasa y no la acumulación de peso. Por el contrario estar en un “peso saludable” no es indicador de unos valores corporales saludables ni de una alimentación sana.
El uso exclusivo de la báscula como indicador del éxito nutricional puede influir en nuestra forma de actuar con respecto a la comida, puede disminuir nuestra confianza o provocar frustración al no conseguir el número que deseamos.
Esto significa que es recomendable un uso de la báscula adecuado y utilizar otros parámetros saludables o indicadores saludables para valorar nuestro cambio de alimentación.
¿Qué son los indicadores saludables?
Primeramente vamos a comenzar definiendo que es la salud. La OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Los indicadores saludables o de bienestar son parámetros (distintos de la báscula) que sirven para valorar nuestros cambios relacionados con la alimentación que nos provoca un estado de bienestar físico, mental y social.
Cada persona tiene unos indicadores distintos para valorar su progreso alimentario. Os voy a dar algunos ejemplos de los indicadores más comunes con los que trabajo en consulta con mis pacientes:
Mayor consumo de frutas y verduras
El bajo consumo de frutas y verduras se asocia con mayor incidencia de patologías. Por lo que un buen indicador de cambio de alimentación es un consumo diario de frutas y verduras que la disminuye el consumo de alimentos hiperpalatabes, ultraprocesados y nada saludables.
Mayor agilidad
Muchos pacientes en consulta me comentan que se sienten más ágiles desde que comen más saludable y eso influye positivamente en su calidad de vida.
Mejor calidad del sueño
El aumento del consumo de alimentos saludables y como consecuencia la disminución de alimentos insanos mejora nuestra calidad del sueño, por lo que sentimos más energía.
Digestiones menos pesadas
Al mejorar la calidad nutricional de los alimentos que ingerimos unido a una forma de comer más pausada y consciente muchas personas sienten que hacen la digestión mejor.
¿Cuáles son tus indicadores saludables? Te leo en los comentarios.
Te animo a que leas mi post “Mitos alimenticios”